junio 21, 2018
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Estrategias
para el manejo y control de en el salón de clase
Existen
diferentes formas para lograr el control y manejo de un grupo en el salón de
clases. Para tener éxito hay que saber dirigir una clase, adaptar el estilo del
profesor a la misma, tomar en cuenta la edad de los alumnos, su origen étnico y
nivel socio-cultural, así como la “personalidad” de la clase como grupo y la
tuya como profesor.
Mantener
el orden en clase no es una tare difícil, pero si es común la falta de control
y manejo de grupo en la actualidad, sobre todo los jóvenes con poca
experiencia. Sin embargo, es primordial para lograr buenos resultados en el
aprendizaje.
A continuación,
comparto con ustedes 6 estrategias que te ayudaran a tener un buen manejo de
grupo.
Llamarlos por su
nombre
Lo
primero que hice fue recordar lo que una vez me dijo mi profesor de práctica
docente; “no existe melodía más agradable que el sonido de tu nombre”. Así que
los estudiantes dejaron de llamarse “Cuarto Grado” o “Quinto Grado”. Llamarlos
por sus nombres les demostró que yo reconocía su presencia en el salón y así,
ellos reconocieron la mía.
En guerra avisada…
¿A qué
adolescente le gusta que le digan lo que puede o no puede hacer? Este es uno de
los mayores retos con los que nos enfrentamos los maestros ya que ellos piensan
que nosotros nos imponemos sobre ellos. Mi solución fue permitirle crear el
código de comportamiento dentro del salón. En este caso, les presento una
variedad de normas a seguir en el salón de clases y ellos deben seleccionar
diez de estas. En muchos casos existen versiones más estrictas de lo que yo
espero lograr. Los estudiantes seleccionan las normas de comportamiento
esperado en cualquier salón de clases y, en algunos casos, en sus versiones más
estrictas.
Delegar, confiar
Uno de
los mayores reclamos que nos hacen a diario nuestros estudiantes es que no
confiamos en ellos. Descubrí que un estudiante no te va a demostrar cuánto
puedes confiar en él hasta que no le des la oportunidad. De hecho, en la
mayoría de los casos, cuando confiamos en ellos se esmeran mucho más para
quedar bien.
Consistencia
Muchas
personas piensan que a los adolescentes no les gusta la estructura. Mi
experiencia dice lo contrario. Descubrí que ellos agradecen y funcionan mejor
cuando saben de antemano cuales son los procedimientos y cómo uno va a
reaccionar en determinada circunstancia. Me tomó varios meses acostumbrarlos a
colocar sus bultos en el área asignada, a salir por la puerta de salida, a
guardar los audífonos de la manera correcta, a hacer log off en la
laptop antes de salir del salón, entre otras cosas. Actualmente lo hacen casi
automático y orientan a los compañeros de nuevo ingreso. Eso me permite ahorrar
energías para dedicárlas a lo que realmente es importante; aprender.
El humor
Alguien
dice que la letra que entra con sangre no se olvida. Yo digo que es la que
entra con sonrisas la que permanece para siempre. En mi salón está permitida la
risa y los comentarios jocosos siempre y cuando sea con respeto y mesura.
Además, esta estrategia desanima a aquellos estudiantes que buscan, por todos
los medios, la manera de interrumpir el curso de la clase con bromas y chistes,
muchas veces de mal gusto.
Cuando usted habla, yo hago silencio
Mis
estudiantes jamás me verán gritando o peleando con ellos para que hagan
silencio. Cuando llegan un poco revueltos, los espero en silencio hasta que se
ubican en sus lugares. Una vez comienzan a realizar el
trabajo de la clase pueden hablar entre ellos. Pero cuando necesito dirigirme a
ellos para aclarar dudas y dar instrucciones, me aseguro de que todos estén en
silencio, y atentos.
Estas son algunas de las estrategias que me han ayudado en el manejo de
la sala de clases. No son las más sofisticadas pero son las que me han dado
resultado. Y tú, ¿cuáles utilizas? Nos gustaría saber cómo lo logras.
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