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Estrategias para el manejo y control de en el salón de clase




Existen diferentes formas para lograr el control y manejo de un grupo en el salón de clases. Para tener éxito hay que saber dirigir una clase, adaptar el estilo del profesor a la misma, tomar en cuenta la edad de los alumnos, su origen étnico y nivel socio-cultural, así como la “personalidad” de la clase como grupo y la tuya como profesor.
Mantener el orden en clase no es una tare difícil, pero si es común la falta de control y manejo de grupo en la actualidad, sobre todo los jóvenes con poca experiencia. Sin embargo, es primordial para lograr buenos resultados en el aprendizaje.
A continuación, comparto con ustedes 6 estrategias que te ayudaran a tener un buen manejo de grupo.

Llamarlos por su nombre
Lo primero que hice fue recordar lo que una vez me dijo mi profesor de práctica docente; “no existe melodía más agradable que el sonido de tu nombre”. Así que los estudiantes dejaron de llamarse “Cuarto Grado” o “Quinto Grado”. Llamarlos por sus nombres les demostró que yo reconocía su presencia en el salón y así, ellos reconocieron la mía.

En guerra avisada…
¿A qué adolescente le gusta que le digan lo que puede o no puede hacer? Este es uno de los mayores retos con los que nos enfrentamos los maestros ya que ellos piensan que nosotros nos imponemos sobre ellos. Mi solución fue permitirle crear el código de comportamiento dentro del salón. En este caso, les presento una variedad de normas a seguir en el salón de clases y ellos deben seleccionar diez de estas. En muchos casos existen versiones más estrictas de lo que yo espero lograr. Los estudiantes seleccionan las normas de comportamiento esperado en cualquier salón de clases y, en algunos casos, en sus versiones más estrictas.

Delegar, confiar
Uno de los mayores reclamos que nos hacen a diario nuestros estudiantes es que no confiamos en ellos. Descubrí que un estudiante no te va a demostrar cuánto puedes confiar en él hasta que no le des la oportunidad. De hecho, en la mayoría de los casos, cuando confiamos en ellos se esmeran mucho más para quedar bien.

Consistencia
Muchas personas piensan que a los adolescentes no les gusta la estructura. Mi experiencia dice lo contrario. Descubrí que ellos agradecen y funcionan mejor cuando saben de antemano cuales son los procedimientos y cómo uno va a reaccionar en determinada circunstancia. Me tomó varios meses acostumbrarlos a colocar sus bultos en el área asignada, a salir por la puerta de salida, a guardar los audífonos de la manera correcta, a hacer log off en la laptop antes de salir del salón, entre otras cosas. Actualmente lo hacen casi automático y orientan a los compañeros de nuevo ingreso. Eso me permite ahorrar energías para dedicárlas a lo que realmente es importante; aprender.

El humor
Alguien dice que la letra que entra con sangre no se olvida. Yo digo que es la que entra con sonrisas la que permanece para siempre. En mi salón está permitida la risa y los comentarios jocosos siempre y cuando sea con respeto y mesura. Además, esta estrategia desanima a aquellos estudiantes que buscan, por todos los medios, la manera de interrumpir el curso de la clase con bromas y chistes, muchas veces de mal gusto.

Cuando usted habla, yo hago silencio
Mis estudiantes jamás me verán gritando o peleando con ellos para que hagan silencio. Cuando llegan un poco revueltos, los espero en silencio hasta que se ubican en sus lugares. Una vez comienzan a realizar el trabajo de la clase pueden hablar entre ellos. Pero cuando necesito dirigirme a ellos para aclarar dudas y dar instrucciones, me aseguro de que todos estén en silencio, y atentos.
Estas son algunas de las estrategias que me han ayudado en el manejo de la sala de clases. No son las más sofisticadas pero son las que me han dado resultado. Y tú, ¿cuáles utilizas? Nos gustaría saber cómo lo logras.


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